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jueves, 2 de abril de 2009

Salvatorianos




Nosotros los salvatorianos, hombres y mujeres, religiosos y laicos, describimos nuestro carisma, misión, espiritualidad e identidad salvatorianos, afirmando que estos elementos se relacionan entre sí de manera inseparable. El carisma y la misión son las dos caras de una misma moneda que se viven mediante la espiritualidad. La identidad es la resultante de las características salvatorianas específicas que reconocemos en nosotros mismos y por las que somos reconocidos por los demás.

En principio estamos de acuerdo con la siguiente descripción dinámica de los términos:

  • Carisma es un don específico dado por el Espíritu Santo a una persona o a un grupo para el bien de los demás para que Dios sea conocido y amado mejor.

  • Misión es la dimensión del carisma por la cual, quien recibe el don, es enviado a compartirlo con otros.

  • Espiritualidad es la forma dinámica en la que una persona o un grupo, viven el carisma específico y la misión que les han sido dados por Dios.

  • Identidad es tanto lo que somos para nosotros mismos como la forma como nos ven los demás. Es la encarnación de nuestro carisma, de nuestra misión y de nuestra espiritualidad.


  • Carisma Salvatoriano

    El carisma fundante es el don específico del Espíritu Santo dado al P. Francisco Mª de la Cruz Jordan para la Iglesia y para el Mundo. Este carisma se lo contagió a la Beata Mª de los Apóstoles, quien fundó a las Hermanas Salvatorianas. Está enraizado especialmente en los cuatro textos bíblicos que son elementos clave en su vida y obra. Son el centro del carisma que él nos comunica a todos los salvatorianos.

    Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y al que has enviado, Jesucristo. (Juan 17:3)

    Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. (Mateo 28:19-20)

    Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. (Marcos 16:15)

    Los doctos brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a la multitud la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad. (Daniel 12:3)

    Elementos claves encontrados en estos textos fundacionales para los cuales somos llamados y capacitados:


  • Vivir la vida eterna

  • Conocer al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo

  • Seguir las huellas de los Apóstoles

  • Hacer discípulos de todas las naciones

  • Guiar a otros a la verdad eterna y a la justicia

  • Proclamar la universalidad del mensaje de Cristo

  • Ser capaz de discernir los signos de los tiempos



  • Nuestra Misión



    Los Salvatorianos, somos llamados a seguir a Jesucristo, el Divino Salvador, viviendo en comunidad dentro de la Iglesia universal, de cara a un servicio apostólico.

    Así como nuestro Fundador, el P. Francisco María de la Cruz Jordán, proclamamos a todas las gentes la salvación que nos ha sido dada en Jesucristo, de tal manera que a través de nuestra vida y de nuestras actividades apostólicas, «todos puedan llegar a conocerte a Ti, el único Dios verdadero, y a quien Tú has enviado, Jesucristo» (Jn 17,3), y de esta forma puedan tener vida en plenitud.

    Esta misión nos impele a compartir con las más diversas gentes, nuestra vocación a ser apóstoles. Estamos dispuestos a evangelizar a todos los pueblos y en todos los lugares, empleando todos los medios y formas que el amor de Cristo nos inspira. Confiamos en la providencia amorosa de Dios. Los Salvatorianos, somos llamados a seguir Jesucristo, el Divino Salvador, viviendo en comunidad dentro de la Iglesia universal, con miras a un servicio apostólico.


    Hoy, estos signos, nos urgen a ser una voz profética para la renovación de la Iglesia y del mundo:

    1. comunicando de una forma actualizada los valores del evangelio, en diálogo con todas las culturas

    2. animando a los laicos a vivir su compromiso bautismal promoviendo liderazgos cristianos y una buena acción pastoral

    3. uniéndonos a los pobres, combatiendo los males contemporáneos que frustran la posibilidad de una vida plenamente humana, especialmente la injusticia social, la pobreza y la violencia en todas sus formas.

    Los Salvatorianos, queremos realizar Misión Salvatoriana en plena unión con los que evangelizamos, manifestando así al mundo la bondad y el amor de Dios, nuestro Salvador.

    Salvatoriano viene de Salvador: conocer, amar, anunciar a JC como Salvador del mundo.
    ¿Qué quiere Dios de mi? ¿Conozco de verdad al Salvador? ¿Cómo lo anuncio?

    Nuestra vida en Comunidad Apostólica

    «... que todos sean uno, para que el mundo reconozca que tú me has enviado... » Jn 17,23


    A fin de ser auténticos Salvatorianos e invitar a otros a serlo, nuestra vida consagrada en comunidad debe testimoniar una comunión de amor recíproco, promover nuestra misión y ser flexible para facilitar los apostolados; debe, igualmente, apoyar a los miembros en sus trabajos y ministerios, y manifestar nuestro carisma. Para poder actuar así, estamos llamados a renovar nuestra vida comunitaria. Los Salvatorianos de todo el mundo atestiguamos hoy, que esta renovación puede fomentarse a través de las siguientes iniciativas:


    1. Cultivamos formas de oración comunitaria centradas en Cristo, que sean el hilo conductor de nuestra identidad apostólica y que estén enraizadas en una reflexión compartida de nuestra experiencia de Dios, en su Palabra, en la Eucaristía, en la comunidad y en el apostolado. (C 401-403; 501-504).


    2. En la formación inicial y permanente resaltamos que nuestra vida y servicios en la comunidad tienen un valor apostólico en sí mismos, que cada individuo está llamado a comprometerse en las necesidades y apostolados comunitarios, y que toda actividad apostólica individual debe ser una expresión de nuestro carisma.(C 311 ,326).


    3. Valoramos nuestras reuniones comunitarias por su capacidad para enriquecer y fortalecer nuestros vínculos como comunidad de vida y de fe, es decir: por su calidad y constancia y no sólo por su cantidad o larga tradición. (C 400).


    4. Creamos ocasiones a fin de expresamos mutuamente nuestra necesidad de perdón y reconciliación, de tal manera que respetemos y aceptemos más plenamente la individualidad de cada uno. (C 309,326,404,405,509).


    5. Utilizamos todos los medios apropiados que nos puedan ayudar a comunicamos y dialogar de una forma más efectiva, a intercambiar experiencias y asuntos personales, así como a darnos y recibir apoyo mutuo.(403,405).


    6. Abrimos nuestra vida comunitaria a una integración más plena con la Familia Salvatoriana y a relaciones más profundas con hombres y mujeres que tengan aspiraciones apostólicas y espirituales similares a las nuestras, a la vez que respetamos las diferencias de estilos de vida. (C 107-108).


    7. Evaluamos la sencillez de nuestro estilo de vida e integramos nuestras comunidades en la realidad de las personas a las que anunciamos el evangelio, conscientes de nuestra obligación de ser solidarios con los pobres.(C 315, 403).


    8. Preparamos a nuestros superiores a fin de que consideren su papel como un servicio y responsabilidad compartida, de tal manera que sean capaces de animarnos a un diálogo comprometido, a un discernimiento comunitario y a una planificación apostólica, así como a poner en práctica las iniciativas de esta resolución.(C 324-326; 405,406; 701-704).


    En nuestros esfuerzos por renovar nuestra vida comunitaria, nos inspiramos en la comunidad apostólica y en el día de Pentecostés: «Se dedicaban unánimes a la oración, junto con algunas mujeres y con María la Madre de Jesús y sus hermanos... Cuando llegó el tiempo de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar, y se llenaron del Espíritu Santo comenzando a hablar en diferentes lenguas, en las que el Espíritu Santo les invitaba a hablar». (Cf Hch 1,14;2,1-4).


    Espiritualidad Salvatoriana

    La espiritualidad salvatoriana es la manera concreta como vivimos cada día nuestro carisma y misión. Elementos específicos de nuestra espiritualidad:

    Identidad



    Nos identificamos como salvatorianos, por la forma como vivimos nuestro carisma, misión y espiritualidad tanto a nivel personal como comunitario. Estamos unidos por el compromiso mutuo de ser la expresión encarnada de estos elementos claves, a través de los cuales los demás pueden identificamos como salvatorianos.



    Hoy nos tienen que identificar a los Salvatorianos como hombres y mujeres que acogemos y vivimos la Palabra de Dios, nos identificamos cada vez más con Jesús el Salvador, y somos testigos del Fuego del Amor de Dios al estilo de los apóstoles, sembrando la Solidaridad en la lucha por la Justicia y la Fraternidad Universal.

    Fuente: Salvatorianos.org

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