- Somos un Movimiento con más de 22 años de historia en la Iglesia Venezolana y con un cierto protagonismo en la Pastoral Juvenil del país;
- Durante toda nuestra historia hemos estado ligados a la Sociedad del Divino Salvador (Salvatorianos) y por decisión capitular somos “un movimiento juvenil salvatoriano”;
Nuestro Movimiento desde el inicio fue creado por jóvenes y para los jóvenes, con la intención de ser llevado por laicos con la asesoría y acompañamiento de religiosos. En un primer momento, algunos hermanos maristas tuvieron este rol. Desde hace ya 20 años, recayó en los salvatorianos, independientemente de mi nexo personal con esta comunidad religiosa; - El Movimiento posee como misión propia “ser un instrumento renovador de la fe entre los jóvenes… facilitando el camino a muchos que no han tenido la oportunidad de conocer a Jesucristo o no han tenido una experiencia de Iglesia juvenil”. Por lo tanto, el Movimiento no se queda sentado esperando a los jóvenes, sino que sale al encuentro de ellos en colegios, liceos o cualquier otro ambiente juvenil. Es esencial para nosotros buscar a los jóvenes en sus ambientes, especialmente en los colegios y liceos laicos;
- Los colegios y liceos donde trabajamos por tantos años, especialmente en la zona de Chuao, me han pedido hace poco de manera personal que volvamos a ofrecerles convivencias;
- Si bien es cierto que el Movimiento tiene como sede la parroquia y por nuestros estatutos necesitamos el permiso del párroco para trabajar allí, también es cierto que no es un Movimiento Parroquial ni se encarga de formar grupos juveniles parroquiales. Su misión es otra muy distinta aunque no incompatible con ésta. De ahí que la obra social, campamento misión y otras actividades no estén incardinadas dentro de la parroquia;
- El Movimiento presenta un proceso de formación basado en la experiencia de muchos movimientos similares (podemos ser considerados hijos del Movimiento Remar) y en consonancia con los procesos pedagógicos de la fe presentados por el CELAM para la formación juvenil;
- El trípode de funcionamiento del Movimiento son: la formación (reunión), la obra social y la oración tanto personal como comunitaria. Al fallar una de las tres patas del trípode, el resto se cae.
Te presento los puntos anteriores, pues parece que en el camino hemos olvidado muchos de ellos, tal vez por desconocimiento, facilidad o simplemente haberlos dejado de lado.
Ciertamente, como dice el P. Jordán, “las grandes obras de Dios crecen a la sombra de la cruz” y ésta no es la excepción. Pero no podemos quedarnos en las dificultades, sino tener el valor de encontrar en ellas el llamado específico que Jesús nos hace y superarlas.
Por eso, te propongo que unamos esfuerzos para llevar adelante la tarea de revitalizar el Movimiento Gaviota, volviendo a las raíces y dándole las fuerzas necesarias. Para ello, te convoco a una asamblea abierta a celebrarse en dos partes: la primera en San Félix el sábado 12 de septiembre en la Casa de Convivencias de los Salvatorianos, y la segunda en Caracas, en el Salón Jordán de la Parroquia San Luis Gonzaga el sábado 26 de septiembre del año en curso. Es una asamblea abierta pues creo que es el momento de compartir experiencias que resultaron exitosas en su momento, animarnos mutuamente y unir los esfuerzos dispersos para seguir siendo misioneros entre los jóvenes. Tal vez pienses que no tienes tiempo para dedicar al Movimiento o que ya no estás para eso, pero posiblemente podamos pensar en algunas maneras de apoyarnos que no requieran de mucho tiempo.
Hace ya 27 años quienes comenzamos un tiempo después el Movimiento Gaviota nos dejamos impactar por el sueño del hno. Carlos Ampudia fms, quien veía a tantos jóvenes desperdiciando su vida en la mediocridad y cómo el Señor le llamaba a dedicarse a sacarlos de allí. Ya Carlos está en el cielo y estoy seguro que con el P. Jordán está intercediendo para que podamos continuar adelante con esta obra. Esa misma motivación nos llevó a hacer tantas convivencias y distintas obras por nuestros jóvenes. Me ha alegrado mucho leer a algunos que hicieron hace ya 10 años la Escuela de Líderes, compartiendo la importancia de esa experiencia y el deseo de un reencuentro; sin embargo, debo reconocer con mucha tristeza que ya éste es el segundo año consecutivo que no hacemos la Escuela por diversas razones, pero tal vez la principal sea la falta de gente para llevar adelante una experiencia así.
Querido aprendiz de vuelo, no dejes de lado esta invitación. Si nosotros no damos de comer este pan de la fe a los jóvenes, ¿quién lo hará en nuestro lugar?
Te invito a que compartas los sentimientos e ideas que te surgen al leer esta carta en el grupo del Movimiento Gaviota en Facebook. Allí y en la página del Movimiento (http://www.movimientogaviota.org/) iremos dando las pautas para preparar nuestra Asamblea.
Unidos en la oración, recibe mi abrazo en Cristo siempre Joven,
Néstor mediocre que lucha por ser Néstor Cristo Gaviota.
Movimiento Juvenil Cristiano Gaviota
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